"Los recursos naturales no pueden ser para dividirnos entre hermanos bolivianos, deben ser para unirnos y conjuntamente explotarlos para el bien de Bolivia", exhortó el presidente Evo Morales ante el agravamiento del conflicto por la ubicación de Incahuasi, el campo gasífero de la discordia.
En un enredo de estudios técnicos y fallos judiciales contradictorios, esas regalías beneficiaron totalmente a Santa Cruz desde fines de 2016, cuando comenzó la explotación del campo, pero los pagos están congelados desde hace cuatro meses por orden del Tribunal Constitucional, a pedido de Chuquisaca.
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El yacimiento de gas, uno de los más grandes del país, con una reserva probada de al menos 13 billones de pies cúbicos, ha generado regalías regionales por unos 60 millones de dólares en 2017, al margen de impuestos ordinarios, con una producción promedio de tres millones de metros cúbicos diarios.
El Gobierno de Morales ha tratado de mostrarse imparcial en el enfrentamiento entre el rico departamento de Santa Cruz, motor de la economía nacional, y el empobrecido distrito de Chuquisaca.
"No debemos enfrentarnos entre regiones sino resolver todo en base a diálogo, seguros además de que habrá muchas más inversiones y más descubrimientos de gas en los próximos años", dijo Morales en un discurso en un área rural chuquisaqueña.
El Comité Pro Santa Cruz, a su vez, denunció un supuesto plan oficial de "desestabilización de las autonomías regionales".
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Los comités cívicos de ambos departamentos están controlados por fuerzas opositoras al Gobierno de Morales.