"Entre los submarinos de misiles nucleares, submarinos de misiles de crucero, submarinos de ataque y submarinos de misiones especiales y pruebas, la Armada rusa no se queda atrás", destaca la publicación.
The submarine fleets of the three superpowers as of April 1, 2018. pic.twitter.com/koj2XgcQE2
— Naval Analyses (@D__Mitch) 22 апреля 2018 г.
A diferencia de Estados Unidos, Rusia tiene submarinos de ataque tanto de motor nuclear como de diésel. Dispone de doce sumergibles Akula de las clases I, II y III, tres Schuka de la clase III y cuatro submarinos de ataque nucleares Barrakuda de las clases I y II.
Para Mizokami, existe un submarino en esta lista que es "particularmente siniestro". Se trata del Sarov, considerado una plataforma de prueba para el torpedo nuclear Kanyon/Status-6, diseñado para atacar objetivos costeros como puertos y ciudades con una enorme cabeza nuclear de 100 megatones. Una de sus tareas es evitar las defensas de misiles de EEUU y destruir regiones costeras, según el artículo de Popular Mechanics.
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En cuanto a los submarinos eléctricos diésel, Rusia tiene 21 submarinos de la clase 877 Paltus (designación OTAN: Kilo) y un submarino de la clase Lada. Los Paltus están destinados a operar más cerca de casa, en el mar Negro y el Mediterráneo. Las naves en servicio de esta clase varían desde la época de la Guerra Fría hasta barcos como Rostov del Don, encargado en 2014. La clase Lada fue construida para reemplazar a los Paltus.
Recientemente, varios países occidentales se han preocupado por la 'creciente actividad' de la flota submarina rusa. Por su parte, el Ministerio de Defensa de Rusia ha subrayado en numerosas ocasiones que los submarinos rusos realizan todas sus operaciones de acuerdo con las convenciones internacionales y no violan las fronteras de otros países.