Ildus Yarulin, doctor en Ciencias Políticas y profesor de la Universidad Estatal del Pacífico (Rusia), comentó a Sputnik las posibles motivaciones que se agazapan tras las recientes declaraciones de los países del G7 en relación a Rusia.
Yarulin consideró que la declaración conjunta del G7 es "una jugada de relaciones públicas" que tiene la intención de mostrar la "cohesión del G7" al mundo.
"Se trata de la creación de una imagen hermosa, un juego de reputación. Es como si dijeran: 'Nosotros gobernamos el mundo, podemos imponer sanciones, pero si se comporta bien, cooperaremos con usted'. Sin embargo, estas declaraciones no valen mucho", detalló Yarulin.
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Esta demostración de unión es necesaria para los miembros del G7 para demostrar que "todo está bien". Sin embargo, "detrás de esta fachada común hay un intento de ocultar problemas internos e incluso contradicciones", especificó.
En una reciente declaración conjunta del G7, los países sostienen que la prolongación de las sanciones antirrusas depende de "un cumplimiento total e irreversible por parte de Rusia de los acuerdos de Minsk".
Desde abril del 2014, Ucrania lleva a cabo la operación contra las milicias en el este de su territorio donde se proclamaron las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk en respuesta al violento cambio de Gobierno ocurrido en Kiev en febrero del mismo año. Los países occidentales impusieron sanciones contra Rusia en relación con estos acontecimientos, y Moscú adoptó medidas de respuesta.
Rusia ha subrayado en reiteradas ocasiones que no es parte del conflicto en Ucrania y que desea que el país vecino supere cuanto antes la crisis, así como ha advertido de que es contraproducente hablar con Moscú el lenguaje de las sanciones.
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