Según la página web de la NASA, un dispositivo especial instalado en un avión que rastreaba la zona, confirmó que la cantidad de hielo había disminuido en comparación con el año 2013. Al medir el hielo, los científicos notaron unos grandes huecos en el hielo y aseguraron que antes no los había en este sitio.
"Hoy hemos estado observando estas formaciones redondas durante unos minutos. No recuerdo haber visto nada así en ningún lado", escribió John Sonntag, uno de los participantes de la misión.
Los científicos sugirieron que podría tratarse de unos agujeros que hacen las focas, pero al estudiar las imágenes, concluyeron que son demasiado grandes para los animales. Al mismo tiempo, es posible que el agua haya hecho derretirse la nieve alrededor de unos huecos más pequeños hechos por algún animal.
Según los empleados de la NASA, este hielo es joven porque se ha formado solo en la última temporada. Es muy ligero y puede formarse un espacio con agua entre las capas. Debido a su fragilidad, el hielo puede desmoronarse.
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Asimismo, los científicos opinaron que los agujeros podrían ser resultado de la colisión de témpanos de hielo.
Sin embargo, son solo suposiciones, subrayan los especialistas. Todavía se desconoce qué es lo que pasó en esta zona del Ártico.