Así lo dijo en diálogo con Sputnik Eduardo Oviedo, postdoctorado en Ciencia Política, especializado en Asia, que visitó Montevideo como conferencista central del evento para celebrar el aniversario de los 30 años de las relaciones bilaterales entre China y Uruguay.
Para Oviedo, el lugar del gigante asiático es central en Latinoamérica, aunque en la última década algunos países han ganado y otros han perdido en sus relaciones bilaterales. Los dos ganadores claros son Brasil y Chile, a juicio del experto.
"En el caso de Brasil, prácticamente dos tercios de las reservas internacionales, que son casi 380.000 millones de dólares, provienen del superávit comercial con China", un éxito que ha sido "diferente al resto de los países, porque ha tenido saldos favorables excesivos en los últimos años basado en dos commodities fundamentales que son la soja y el mineral de hierro", apuntó el académico argentino.
A su criterio, la estabilidad financiera de Brasil se ha sostenido en los últimos años en esa relación extraordinaria de la que, en menor medida, también disfruta Chile. El país andino tiene cerca de 39.000 millones de dólares en reserva provenientes del intercambio con China y en los últimos 10 años tuvo un superávit de casi 48.000 millones de dólares.
Perú,al igual que Uruguay goza de una relación equilibrada.
"Argentina ha aplicado una política de retenciones a sus exportaciones de granos que la llevó a no exportar el poroto de soja y a exportar el producto industrializado, ya sea a través de aceite, de harinas de soja, a través de biocombustibles, que se lo vende a otros mercados", explicó Oviedo.
De esta manera, agrega un poco de valor a esos productos que terminan en mercados como el europeo o el estadounidense, razón por la cual "hay más complementariedad con otros países que con China, porque China solamente te compra el poroto de soja", explicó.