El uso de agrotóxicos y sus efectos en la salud es un tema cada vez más preocupante. Por eso, científicos argentinos, brasileños y uruguayos se reunieron el 13 de abril en el Parlamento uruguayo en Montevideo para discutir su impacto.
Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay son los mayores productores de soja en la región. Las variedades de este grano están en un 90% modificadas genéticamente, además de que para su cultivo se utilizan agrotóxicos, especialmente el glifosato, columna vertebral de este modelo de negocio.
"Durante mucho tiempo las campañas publicitarias dijeron que el glifosato tocaba el suelo y desaparecía. Que te podías tomar un vaso, y que era un problema que quedaba circunscrito al campo. (…) Sin embargo el mayor problema que tenemos hoy es la exposición por aire a plaguicidas en la región", señaló en el encuentro Damián Marino, investigador argentino.
Marino ha centrado su trabajo en el estudio de la contaminación ambiental derivada de las actividades agropecuarias en Argentina. Según el científico, cuando se introdujo el paquete transgénico en la región, se argumentó que con este iban a utilizar menos plaguicidas, pero por el contrario, su uso aumentó.
Otro de los exponentes fue el médico argentino Damián Verzeñassi, director del Instituto de Salud Socioambiental de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Rosario, que se centró en la experiencia de campos sanitarios implementados con estudiantes del último año de la carrera.
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Si bien este trabajo no tuvo como objetivo conocer la incidencia de los agrotóxicos, el relevamiento de 110 mil habitantes de 29 localidades dio cuenta del aumento de enfermedades oncológicas, malformaciones congénitas e hipotiroidismo debido al uso de plaguicidas.
"Buscando qué tenían en común los 29 pueblos, vimos que era el modelo de producción de transgénicos dependiente de venenos que se instaló. Este es coincidente con la aparición de los problemas de salud agudos, y es coincidente con los problemas crónicos", señaló a Sputnik Damián Verzeñassi.
