Según el prestigioso medio ruso RBC, el especialmente notable dinamismo de Corea del Norte en sus contactos con los socios extranjeros, registrado últimamente, tiene que ver directamente con las negociaciones previstas para el próximo mayo o junio entre Donald Trump y Kim Jong-un. Se recuerda, en este contexto, que hace unas semanas el ministro de Asuntos Exteriores de Corea del Norte visitó Suecia, país que representa los intereses de EEUU en Pyongyang, debido a la ausencia allí de una embajada norteamericana.
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Consultado al respecto por Radio Sputnik, el español Alejandro Cao de Benós, delegado especial de Corea del Norte para las relaciones culturales con países extranjeros, calificó como "normal" y "lógico" el que Pyongyang coordine su postura con "los dos vecinos más importantes" antes de "una reunión bilateral cara a cara" entre el máximo dirigente norcoreano y su par estadounidense.
Pero lo único que consigue con este tipo de declaraciones es que Cora del Norte sea cada vez más intransigente en la cuestión de su programa nuclear, es decir, "no va a desarmarse para luego ser invadida por otra nación como pasó con la Libia de Gadafi", indicó el experto.
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"Estoy seguro que tanto Kim Jong-un como los diplomáticos [que le van a acompañar] irán [a la cita con Trump] con una mente abierta, dispuestos a que haya una paz, pero la posición siempre del Gobierno [norcoreano] es que está preparado tanto para la paz como para la guerra, y el hecho del desarrollo nuclear desde los años noventa ha demostrado que Corea del Norte no será detenida por ningún otro país o imperio por grande que sea", manifestó nuestro interlocutor.
Se mostró convencido, en este sentido, de que la humanidad se encuentra ahora "ante un momento internacional muy interesante" y calificó como "una victoria diplomática" de Corea del Norte el que Trump aceptara sentarse a la mesa de negociaciones con Kim Jong-un.