"Esto es una vigilia que no tiene fin, mientras esté en la sede Policía Federal estaremos aquí; hay varias caravanas de diversos puntos de Brasil viniendo (…) no saldremos de aquí hasta que el presidente sea liberado", aseguró en rueda de prensa.
Desde que llegó a la comisaría de la Policía Federal en Curitiba Lula está en una celda privada y en buen estado, según dijo Hoffmann, que informó que las instalaciones son "dignas" y que presidente fue "bien tratado".
El expresidente está acompañado del abogado Cristiano Zanin Martins, el único que por el momento tiene contacto directo con él.
Se espera que en los próximos días Lula empiece a recibir visitas de familiares, amigos, políticos y líderes mundiales, dijo Hoffmann.
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Podría haber impedimentos por parte del juez Sérgio Moro a que reciba visitas de carácter político, aunque la presidenta del PT aseguró que senadores y diputados en principio no deberían tener problemas por sus funciones de representatividad.
Respecto a la batalla judicial para su puesta en libertad Hoffmann remarcó que la próxima etapa es un recurso que podría votar el Tribunal Supremo Federal el próximo miércoles 11 de abril y que podría sacar a Lula de prisión.
También citó el recurso ya interpuesto por la defensa ante el Comité de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Ginebra (Suiza).
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La presidenta del PT también criticó que la noche del sábado la Policía Federal arrojara bombas de gas lacrimógeno y disparara pelotas de goma para dispersar la concentración de apoyo al expresidente, acción que dejó varios heridos.
Según la dirigente del partido hay contactos directos con las fuerzas de seguridad del estado de Paraná y con el ministro de Seguridad Pública, Raul Jungmann, y en ambos casos se ha garantizado que los manifestantes pro-Lula podrán seguir acampados frente a la Superintendencia de la Policía Federal.
El expresidente Lula fue condenado a 12 años y un mes de cárcel por presuntos delitos de corrupción y blanqueo de dinero, y tan sólo una decisión del Tribunal Supremo Federal en última instancia podría sacarle de la cárcel de forma definitiva.
El líder izquierdista, que afirma ser víctima de una persecución judicial y mediática, era el favorito en todas las encuestas para las elecciones presidenciales de octubre.