"Esta situación de hecho envenena nuestras relaciones, es algo para lo que debemos encontrar juntos un antídoto, aún más porque los británicos son especialistas en esto", dijo a los periodistas en los pasillos de la Conferencia Internacional de Seguridad en Moscú.
Rusia y gran parte de países occidentales viven una tensión después de que fuese envenenado el ex agente doble Serguéi Skripal y su hija Yulia en la ciudad británica de Salisbury.
Skripal, exoficial de Inteligencia militar rusa reclutado en los años 90 por el servicio secreto británico MI6 y naturalizado en el Reino Unido, y su hija, nacional de Rusia, fueron hallados inconscientes el 4 de marzo cerca de un centro comercial en Salisbury.
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Valiéndose de esta acusación el Reino Unido y otros 28 países, así como la OTAN, expulsaron en total a 153 diplomáticos rusos.
Rusia, que considera infundadas estas acusaciones, hasta ahora respondió de manera simétrica a 26 países, al ordenar la expulsión de su territorio de 143 diplomáticos extranjeros.