"El vice primer ministro y el ministro de Asuntos Exteriores de Bélgica, Didier Reynders, fue notificado sobre la decisión de las autoridades rusas de expulsar de Moscú a un diplomático belga", reza un comunicado al que tuvo acceso Sputnik.
La policía estableció que los dos fueron envenenados con una sustancia tóxica de acción neuroparalizante.
El 12 de marzo Londres afirmó que la sustancia empleada en el ataque fue fabricada en Rusia, y en este sentido dio a Moscú dos día para responder a dos preguntas: si las autoridades rusas son responsables por el ataque o perdieron el control sobre sus reservas de armas químicas.
Moscú no aceptó el ultimátum, proponiendo a Londres cooperar para investigar el ataque a los Skripal, pero el Gobierno británico hizo caso omiso a la propuesta y responsabilizó a las autoridades rusas del envenenamiento.
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Rusia, que considera infundadas estas acusaciones y enfatiza que destruyó sus arsenales de armas químicas, hasta ahora respondió de manera simétrica a 28 países, al ordenar la expulsión de su territorio de 145 diplomáticos extranjeros.
El ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, declaró el 2 de abril que Londres intencionalmente se niega a cooperar con Rusia para investigar el ataque y reduce las posibilidades de diálogo para ocultar que en realidad no hay datos que demuestren la culpabilidad de las autoridades rusas.