Este 2 de abril, Israel anunció la inminente deportación de unos 16.000 refugiados africanos a países occidentales, después de lograr un acuerdo en esa dirección con representantes de las Naciones Unidas.
El acuerdo también contempla que Israel expida visados de estancia en el país a varios miles de refugiados, una cantidad "similar" a los deportados, como contrapartida a la deportación acordada con la ONU.
"Este acuerdo único (…) prevé el reasentamiento de 16.250 personas de Israel en países desarrollados como Canadá, Alemania e Italia", dijo Netanyahu.
La mayoría de los refugiados que hay en Israel proceden de Eritrea y Sudán, dos países que se encuentran en una situación muy precaria, cuando no en guerra civil.
En los pasados meses Israel intentó deportar a los refugiados de estos dos países a Ruanda y Uganda, aunque por distintas razones no se pudo concretar el plan.
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Las autoridades israelíes estiman que en el país hay 39.000 refugiados de Eritrea y Sudán.