"Últimamente Rusia demuestra que sus actividades [en Siria] resultan muy efectivas y muestran lo mejor del país. Mi nota para Rusia es de 10 sobre 10. Las operaciones Escudo del Éufrates y Rama de Olivo fueron posibles gracias al apoyo de Rusia. Si Moscú no hubiese abierto el espacio aéreo, no solo no podríamos haber entrado en [las ciudades de] Al Bab y Afrín, sino que ni siquiera los drones podrían haber despegado", señaló el consejero a la CNN.
A finales de marzo de 2017, Ankara dio por finalizada la operación, pero mantiene a sus militares en el norte de Siria y sigue proporcionando apoyo a varios grupos rebeldes.
El Estado Mayor de Turquía anunciaba el 20 de enero la segunda operación, Rama de Olivo, contra las unidades armadas de kurdos sirios en la región de Afrín, al norte de Siria. El comienzo de dicha operación fue anunciada por Erdogan, quien anteriormente ya había declarado que había que limpiar la ciudad de las fuerzas de autodefensa kurdas (YPG). De la operación se encargaron las Fuerzas Armadas de Turquía y los combatientes del Ejército Libre Sirio para controlar 1.100 kilómetros cuadrados de territorio.
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