En este contexto, la agencia de calificación financiera decidió rebajar también la nota de solidez financiera de la empresa de B3 a Caa1. Mientras tanto, en Wall Street las acciones de la compañía han perdido más del 20% en un mes.
"Las clasificaciones de Tesla reflejan serios defectos en el plan de la velocidad de producción de los automóviles eléctricos de la marca Model 3, así como problemas de liquidez a causa de un gran flujo negativo de dinero y los próximos pagos de las deudas", explicó el analista de Moody's, Bruce Clark.
Los analistas de la agencia Bloomberg calcularon la velocidad con la que Tesla Motors va perdiendo dinero. Según sus estimaciones, la empresa de Elon Musk gasta algo más de 6.500 dólares por minuto y lo hace 24 horas al día, 7 días a la semana y 365 días al año. Los fondos de su cuenta se agotarán para finales de este año. Y hay que tener en cuenta que de alguna manera tendrá que devolver los préstamos.
Para mejorar de alguna manera la situación, los gestores pasaron a unos métodos más comunes para los países socialistas, que apenas pueden considerarse normales para una empresa privada. La administración de Tesla Motors llama a los trabajadores en sus fábricas a acelerar la producción de automóviles con el fin de "cumplir con el plan para el primer trimestre de 2018" y "demostrar a sus enemigos que están equivocados". Las posibilidades de que los trabajadores de Elon Musk cambien la situación parecen escasas, entre otras razones, porque Tesla Motors trata muy mal a su personal.
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Por si fuera poco, los dirigentes de Tesla Motors también están abandonando la nave de Elon Musk. Durante los últimos meses, el jefe de contabilidad, el director de desarrollo de negocios, el director de finanzas y varios altos funcionarios se retiraron de Tesla Motors. Normalmente, este comportamiento es uno de los indicadores clave de que la empresa está a punto de hundirse.