"Sudáfrica, Venezuela y Bielorrusia invitaron a Gadafi, pero este no quiso abandonar el país", revela.
Ayudó a otros países del tercer mundo, desde Asia hasta América Latina. También a todos aquellos que sufrieron desastres naturales, hambruna e invasión de langostas, añade Misuri. "Enviamos medicinas y aviones. Si un presidente pedía ayuda, recibía entre medio millón y cinco millones de dinares", explica.
Misuri asegura también que el propio Gadafi le dijo, en persona, que había financiado la campaña electoral de Nicolás Sarkozy. "Más tarde, un periodista portugués le preguntó qué cantidad le había entregado y él respondió que 20 millones de euros", asegura. Más tarde, el líder libio repitió esa cantidad por televisión en varias ocasiones. Su hijo, Saíf Islam, y Ziad Takieddine —ahora uno de los acusadores de Sarkozy en el escándalo de presunta financiación ilegal—, le entregaron maletas llenas de billetes al propio Sarkozy, añade.
Cuando comenzaron las dificultades para el líder libio, ni el presidente egipcio ni el jefe de Estado tunecino pudieron ofrecer su ayuda a Muamar Gadafi: ambos ya habían perdido poder. Sin embargo, los países africanos trataron de resolver entre la población los disturbios que estallaron en Libia el 17 de febrero de 2011, aunque fracasaron, explica el que fuera intérprete de Gadafi.
El 20 de marzo, Sarkozy fue detenido en Francia por la presunta financiación ilegal de su campaña electoral de 2007.
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