"Nuestros socios occidentales deben abandonar la retórica agresiva y las acusaciones infundadas contra nosotros", dijo Volodin.
Agregó que la respuesta de Rusia "a los pasos indignantes de EEUU, el Reino Unido y los países que se sumaron a ellos es simétrica y absolutamente justa".
"La decisión del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso de cerrar el consulado estadounidense en San Petersburgo y expulsar a un número similar de diplomáticos es una respuesta lógica a la histeria desatada en torno a nuestro país por el llamado 'caso Skripal', los políticos extranjeros deben entender que la escalada de la tensión internacional implica graves amenazas para todo el mundo", añadió.
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El pasado 14 de marzo el Gobierno británico responsabilizó a las autoridades rusas de estar detrás del envenenamiento del exespía Serguéi Skripal, exoficial de Inteligencia militar rusa reclutado en los años 90 por el servicio secreto británico MI6 y naturalizado en el Reino Unido, y su hija Yulia en la ciudad británica de Salisbury.
Desoyendo los llamamientos de Rusia de investigar el caso de manera conjunta en el marco de la Convención de Prohibición de Armas químicas, el Gobierno británico ordenó la salida de 23 diplomáticos rusos, a los que identificó como agentes de inteligencia encubiertos, y la cancelación de todos los contactos de alto nivel entre ambos países como represalia.
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Rusia, que rechaza todas las acusaciones, respondió a Londres con la expulsión de 23 empleados de la Embajada británica y el cierre del consulado británico en San Petersburgo y de la oficina del British Council en Moscú.
En particular, el presidente estadounidense, Donald Trump, ordenó la salida de 60 diplomáticos rusos, incluyendo 48 empleados de la embajada y 12 personas asignadas a la sede de la ONU en Nueva York.
Rusia, por su parte, anunció la expulsión de 60 diplomáticos estadounidenses y el cierre del Consulado General estadounidense en San Petersburgo.
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El 30 de marzo la Cancillería de Rusia citó a embajadores de varios países para informarles sobre medidas de respuesta por la expulsión de diplomáticos rusos.
