"La utilización de este volumen de alimentos es un problema complejo y socialmente importante", señala el comunicado del Skoltech.
Actualmente, un método prometedor para reciclar los residuos de la industria alimentaria es convertirlos en biocombustible, lo que ofrece un doble beneficio tanto para el medioambiente como para la energía.
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Los científicos rusos han propuesto un método único de licuefacción hidrotermal, que no solo permite conseguir más energía, sino también convierte en biocombustible todas las materias primas con un mínimo de desperdicio.
El método de licuefacción hidrotermal también permite producir biocombustible directamente a partir de la biomasa húmeda, excluyendo la etapa de secado de las materias primas, lo que ayuda a evitar el gasto adicional de energía.
Para estudiar la posibilidad de convertir los residuos de alimentos en biocombustible, los investigadores examinaron los productos de licuefacción hidrotermal del queso (parmesano), la carne (jamón) y las manzanas.
"Hemos descubierto que los productos de licuefacción hidrotermal de la carne y el queso dan una fracción soluble en agua y un aceite insoluble en agua. Las manzanas dan solo una fracción soluble en agua. La composición molecular del biocombustible producido es muy diversa y es más parecida a los productos de pirólisis de la madera (alquitrán) que al petróleo ordinario", explica Yuri Kostiukévich, investigador del Skoltech.
El conocimiento de la composición molecular de los productos de licuefacción hidrotermales permitirá a los científicos desarrollar métodos óptimos para su procesamiento posterior para producir combustible apto para los automóviles, concluye el comunicado.