Según Robert Epstein, psicólogo e investigador del Instituto Estadounidense de Investigación y Tecnología Conductual, los demócratas utilizaron tácticas superiores, con muchos más datos individuales que los que Cambridge Analytica alguna vez afirmó tener acerca de los votantes estadounidenses.
En resumen, la polémica que ha surgido los últimos días acerca de la campaña electoral de Trump se debe a que, en 2014, un investigador de la Universidad de Cambridge pagó a cientos de miles de usuarios de Facebook para participar en una encuesta. Los términos de la encuesta permitían que el académico acumulara datos de los perfiles de esas personas en Facebook, incluidas sus listas de amigos. Cambridge Analytica, la compañía donde Stephen Bannon, exestratega de Trump, se desempeñó como vicepresidente de junio de 2014 a mediados de 2016, compró ese conjunto de datos de 50 millones de usuarios de Facebook ese mismo año. La compañía, sin embargo, ha negado el uso de los datos de Facebook para ayudar a Trump a convertirse en Presidente de EEUU.
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Sin embargo, ya en el año de 2012, un informe publicado en el portal MIT Technology Review detalló cómo la exitosa reelección de Obama se basó en el uso de "inteligencia de datos para reunir votantes".
Según Robert Epstein, psicólogo e investigador del Instituto Estadounidense de Investigación y Tecnología Conductual, el equipo de Clinton era capaz de hacer lo mismo, o incluso más, con las técnicas de 'análisis web' de lo que supuestamente hizo Cambridge Analytica.
"[Cambridge Analytica] probablemente, en general, no tuvo ningún impacto en las elecciones de 2016 en EEUU, ni en la votación del Brexit", subrayó el experto en entrevista con Sputnik.
El especialista, que se dedica a investigar cómo las plataformas de internet influyen en el comportamiento electoral, consideró que es extremadamente improbable que las actividades de Cambridge Analytica en Facebook hayan tenido un mayor impacto en las elecciones estadounidenses la plataforma de Google, que se usó para apoyar a la candidata demócrata, Hillary Clinton.
"The Groundwork fue creada por Eric Schmidt, de Google, como una empresa de alta tecnología, compuesta principalmente por personas que habían estado en los equipos de tecnología de Obama en 2008 y 2012. [The Groundwork] era una empresa (…) dedicada a poner a Hillary Clinton en el cargo [de Presidente] a través del uso de la alta tecnología", aseguró Epstein.
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El experto apuntó que Groundwork no tenía restricciones: ellos "trabajaban muy estrechamente con la campaña de Clinton, haciendo todo los tipos de 'tretas' digitales que podían para conseguirle votos a ella", subrayó.
"Y no tenían acceso a solo 5.000 datos individuales de cada votante estadounidense, que es lo que Cambridge Analytica dice tener. Google y Groundwork tenían cientos de miles de datos individuales sobre todos los votantes estadounidenses, tal vez millones", concluyó Epstein.
Además, destacó que su compañía no logró establecer vínculo alguno entre Rusia y la británica Cambridge Analytica, que apoyó a Donald Trump durante las elecciones.