Bristow rehusó asistir al encuentro que el Ministerio de Exteriores de Rusia convocó para este miércoles para analizar las acusaciones lanzadas por Londres contra Moscú tras el presunto envenenamiento del exespía Serguéi Skripal y su hija Yulia en el Reino Unido.
"Es una muestra más de lo absurdo de la situación (…) se demuestra la renuencia a escuchar respuestas", dijo Peskov.
La Cancillería rusa invitó a los embajadores extranjeros acreditados en el país a su sede para examinar el caso Skripal.
El funcionario agregó que el embajador "estaba considerando otras posibilidades" para tratar el asunto.
El 20 de marzo, la portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, María Zajárova, adelantó que la reunión del 21 de marzo se centraría en las declaraciones del Reino Unido sobre el uso de sustancias tóxicas en su territorio.
Zajárova constató que el Gobierno de Theresa May hasta el momento no ha dado explicaciones de lo sucedido con los Skripal.
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El 4 de marzo Serguéi y Yulia Skripal fueron hallados con síntomas de envenenamiento con una supuesta sustancia tóxica en Salisbury, en el condado de Wiltshire.
Rusia pidió explicaciones al Gobierno británico por lo ocurrido con los Skripal.
La investigación del incidente, según la Scotland Yard, "podría llevar semanas, incluso meses".
No obstante, la primer ministra británica, Theresa May, acusó a Moscú sin pruebas de estar detrás del envenenamiento de Serguéi Skripal, un coronel ruso reclutado por la agencia británica de espionaje MI6 en los años 1990, y su hija Yulia.
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May ordenó la expulsión de 23 diplomáticos rusos y Moscú respondió de modo equivalente.
Cuatro años después, fue canjeado junto a otros dos espías por diez personas detenidas en Estados Unidos.
El Reino Unido acogió a Serguéi Skripal y le concedió ciudadanía, según lo confirmó la Scotland Yard.
Serguéi Skripal vivía en el Reino Unido abiertamente, y nunca cambió de identidad.
También algunos científicos británicos cuestionan las apresuradas acusaciones de Theresa May.
Piers Robinson, profesor de la prestigiosa Universidad de Sheffield, dijo que era obvio que estaban acusando a Rusia por motivos políticos.
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El científico instó al Gobierno de May a "explicar por qué piensa que únicamente Rusia tiene y puede producir" el supuesto gas neuroparalizante con el que habrían envenenado a los Skripal.
En 2008 en Estados Unidos fue publicado un libro con las fórmulas químicas de las sustancias tóxicas que supuestamente se desarrollaron en la Unión Soviética.
El autor, el científico ruso Vil Mirzayanov, emigró a Estados Unidos en 1996 llevándose varios secretos de la URSS y actualmente vive y trabaja en la ciudad de Princeton, estado de Nueva Jersey.
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El propio Mirzayánov, en una entrevista con un periódico ruso, admitió que el Reino Unido o Estados Unidos pudieron producir la sustancia con la que supuestamente fueron envenenados los Skripal.