El 12 de marzo, la embajadora estadounidense en la ONU advirtió que "en caso de que la comunidad internacional no actúe" para frenar la operación del Ejército sirio en Guta Oriental —que Haley considera 'bombardeos indiscriminados'—, EEUU actuaría de manera unilateral, citando el infame ataque con misiles de crucero contra una base aérea siria en abril de 2017.
La parte rusa respondió fuertemente a esta amenaza a niveles de la cancillería y la Defensa. A nivel diplomático, el titular de Exteriores Serguéi Lavrov advirtió contra los "planes irresponsables" de EEUU respecto a atacar Damasco, una postura reiterada posteriormente por la Embajada rusa en Washington.
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El militar ruso afirmó estar al tanto de los planes de los extremistas arraigados en Guta Oriental de realizar ataques químicos de bandera falsa para acusar a las fuerzas gubernamentales y así crear un pretexto para una intervención militar de EEUU.
El objetivo de los golpes estadounidenses serían los barrios gubernamentales de la capital siria. Al mismo tiempo, el alto rango ruso advirtió que en caso de amenazas para la vida de los militares rusos —constantemente presentes en los edificios gubernamentales en Damasco—, Rusia "tomará medidas tanto contra los misiles como contra los portadores que los empleen".
En los medios rusos esta declaración ha sido ampliamente discutida, ya que en su esencia, quiere decir que Rusia se reserva el derecho de responder con ataques no solo contra los misiles Tomahawk en pleno vuelo, sino también contra los buques de guerra de EEUU que los portan, algo que varios expertos y periodistas rusos calificaron como una advertencia "histórica".
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El mismo día de la fuerte declaración de Guerásimov, el militar ruso mantuvo una conversación telefónica con su par estadounidense, Joseph Dunford, para abordar el tema de Siria. De este intercambio básicamente no han trascendido otros detalles.
¿Qué tan serias son las amenazas lanzadas?
El popular diario ruso AiF entrevistó al exmilitar ruso Evguéni Buzhinski, general de dos estrellas y actual analista de un Centro de Estudios Políticos de Rusia:
"Los estadounidenses ven que el Ejército sirio, con el apoyo de Rusa, es capaz de liberar Guta Oriental de los radicales. Pero necesitan proteger a toda costa a los grupos armados allá para que Bashar Asad y el Gobierno sirio no puedan respirar libremente. De ahí salen todas estas declaraciones histéricas", comentó el experto.
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Al hablar sobre si se trataría de un 'bluff' por parte de EEUU o del Estado Mayor, el exmilitar aconsejó tratar con seriedad las advertencias de Valeri Guerásimov.
"Dijo directamente que allá [en Damasco] están presentes nuestros ciudadanos. Un ataque contra ellos sería un ataque contra Rusia", valoró Buzhinski.
Según él, "se puede esperar que un enfrentamiento abarque solo los misiles o los aviones, pero si se ven involucrados los buques de guerra de EEUU en el mar Mediterráneo, ya no sería un enfrentamiento sino una guerra, con todas las consecuencias implicadas".
No obstante, no todo es tan macabro como suena, ya que hasta el canciller ruso Serguéi Lavrov dudó que las amenazas de la embajadora estadounidense fuesen acordadas con el Pentágono, y el entrevistado también espera que sea el caso:
"Noten que la posición más equilibrada sobre Guta Oriental no la tiene Nikki Haley, que a mi ver ya va declarando cualquier cosa, sea aceptable o no, sino el Secretario de Defensa de EEUU, el general James Mattis", apuntó Buzhinski.
Al mismo tiempo, el escenario de una respuesta a un supuesto 'ataque químico' es el único pretexto restante para Washington de justificar el ataque: "el lema de '¡Asad debe irse!' ya no es para nada convincente, pero las armas químicas podrían unir a los aliados, o así lo creen en EEUU".
Y ¿si se hace realidad?
Si EEUU decide atacar Damasco al estilo de la base aérea Shairat, con los misiles Tomahawk, "Rusia debería derribarlos" usando todas las capacidades de su defensa antiaérea desplegada en la zona.
"Que trabajen los S-400 y muestren sus capacidades, a ver cuántos misiles alcanzan sus blancos", sugirió el exmilitar.
Pero en caso de un posible ataque contra Damasco, "Rusia actuará abiertamente y por su propia cuenta", afirmó Buzhinski.
Al juicio del general, Rusia está haciendo lo correcto para prevenir un conflicto 'caliente': "denunciamos la provocación inminente y advertimos de antemano contra usarla como pretexto, ¿qué más se puede hacer?", concluye.
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