En concreto, May ordenó la expulsión de 23 diplomáticos rusos en un plazo de siete días y la suspensión de los contactos bilaterales de alto nivel y el secuestro de activos de Rusia si resulta que amenazan la vida o los bienes de los británicos.
Se trata de la más reciente medida de este tipo en el marco de una larga serie de desencuentros diplomáticos.
La Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas de 1961 otorga a los Estados el derecho de declarar en cualquier momento y sin ofrecer explicaciones persona no grata a cualquier diplomático extranjero.
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El Estado que presentó las credenciales deberá retirar a esta persona o cesarla en funciones en su representación diplomática, porque en caso contrario el Estado receptor puede negarse a reconocerle como diplomático.
Aunque están obligados a respetar las leyes del país receptor, no podrán ser detenidos tras cometer un delito.
La declaración como persona no grata, que conduce automáticamente a la expulsión del país, es el único mecanismo que permite proteger al Estado receptor de los diplomáticos extranjeros.
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La expulsión de diplomáticos es una medida extrema y está vinculada habitualmente al espionaje ("actividad incompatible con el estatus de diplomático").
Esta medida también suele significar una expresión simbólica de descontento.
El primer ministro moldavo Pavel Filip declaró que la medida se tomó en base a informaciones obtenidas de los servicios de inteligencia.
El 26 de mayo del mismo año Estonia tomó la decisión de expulsar a dos diplomáticos rusos: al cónsul general de Narva, Dmitri Kazennov, y al cónsul Serguéi Surgáev, sin dar explicaciones a la medida.
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El anterior presidente de EEUU, Barack Obama, anunció el 29 de diciembre de 2016 la expulsión de 35 diplomáticos rusos y el cierre de dos inmuebles de la misión diplomática de Rusia en el país.
El 8 de julio de 2016 el entonces portavoz del Departamento de Estado de EEUU, John Kirby, informó que el 17 de junio su país había expulsado a dos diplomáticos rusos en respuesta al incidente acontecido con un diplomático estadounidense en Moscú.
Los funcionarios fueron declarados personas no gratas por actividades incompatibles con el estatus de diplomático.
Al día siguiente el Ministerio de Exteriores de Rusia confirmó este hecho.
El periódico Washington Post publicó un artículo donde se relataba que el 6 de junio supuestamente fue atacado uno de los funcionarios de la legación norteamericana en Moscú, a lo que la Cancillería rusa respondió que el diplomático era agente de la CIA y atacó a un policía ruso que protegía la sede diplomática de EEUU.
El Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) explicó que "la decisión fue tomada debido a la incompatibilidad de sus actividades con las funciones diplomáticas".
Ucrania no divulgó el nombre del diplomático expulsado y el 17 de julio el Ministerio de Exteriores de Rusia comunicó que esta medida estaba encaminada a incrementar las tensiones de las relaciones bilaterales.
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El 17 de noviembre de 2014 una serie de diplomáticos polacos fueron expulsados de Rusia por actividades incompatibles con su estatus, a lo cual Polonia respondió con la expulsión de diplomáticos rusos.
Polonia ya había expulsado a varios diplomáticos rusos supuestamente por actividades incompatibles con su estatus, luego de detener a un coronel polaco al que acusaron de espiar para Rusia.
A principios de diciembre de 2013 las autoridades de EEUU acusaron a una serie de diplomáticos rusos y sus familiares de realizar una estafa con seguros médicos.
En la causa se enumeraron los nombres de 49 personas, diplomáticos rusos y sus esposas, que supuestamente recibieron un total de alrededor un millón y medio de dólares en calidad de compensaciones del seguro.
A fines de ese año los diplomáticos rusos acusados de estafa retornaron a su país.
La Cancillería rusa consideró que estas acusaciones fueron una venganza por la solución de temas ajenos a las relaciones bilaterales de Moscú y Washington.
En enero de 2012, según medios de prensa canadienses, las autoridades de este país expulsaron a cuatro funcionarios de la Embajada de la Federación Rusa en Ottawa tras la detención de un militar canadiense, el oficial de marina Jeffrey Paul Delisle, acusado de espiar para Rusia.
La Cancillería rusa desmintió estas declaraciones al aseverar que no existía tal expulsión ya que los diplomáticos rusos abandonaron el país a fines de 2011 tras concluir sus misiones.
El 1 de febrero de 2011 las autoridades de Irlanda anunciaron que expulsarían a un funcionario de la Embajada rusa en Dublín.
Según los órganos de seguridad del país, estos establecieron que agentes rusos falsificaron pasaportes que luego utilizaron, con datos de ciudadanos irlandeses.
La identidad del funcionario ruso expulsado no fue divulgada.
A fines de diciembre del mismo año el periódico El País informó que la Cancillería de Rusia exigió la expulsión del consejero político de la Embajada de España en Moscú, Ignacio Cartagena, y el primer secretario de la sede diplomática, Borja Cortés-Bretón, por realizar "actividades incompatibles con su estatus".
A mediados de diciembre de 2010 Rusia y el Reino Unido intercambiaron expulsiones de diplomáticos, con la retirada de un funcionario en cada legación.
Según la declaración escrita del entonces jefe de Exteriores, William Hague, el 10 de diciembre el Reino Unido envió una solicitud a la Embajada de Rusia en Londres con la solicitud de retirar a uno de sus funcionarios del Reino Unido.
Hague señaló que esto se hizo en respuesta a las claras pruebas de actividades de los servicios de inteligencia rusos en contra de los intereses británicos.
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En respuesta a ello Rusia solicitó el 16 de diciembre el retiro de un funcionario de la sede diplomática de Londres en Moscú.
Londres señaló que no existía fundamento alguno para acciones semejantes pero satisfizo la demanda.
El Ministerio de Exteriores de Rusia exigió al diplomático abandonar el país en el término de 48 horas.
Grecu fue detenido en Moscú durante un intento de obtener información secreta de carácter militar.
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Según informó el Servicio Federal de Seguridad (FSB) de Rusia, al espía le fueron requisados "equipos de espionaje que le incriminaban totalmente en la realización de actividades hostiles contra Rusia".
El 17 de agosto de 2009 la agencia de prensa checa CTK informó citando fuentes diplomáticas de que la República Checa expulsaba a dos diplomáticos rusos, acusándoles de que "trabajaban para los servicios secretos rusos".
En respuesta Moscú propuso a Kiev concluir anticipadamente la misión del cónsul general de Ucrania en San Petersburgo, Natalia Prokopóvich, y del consejero de la legación, Ígor Berezkin.
Posteriormente el Ministerio de Exteriores de Ucrania canceló su decisión de expulsar al cónsul general de Rusia en Odesa, ante lo cual Moscú anuló su medida simétrica.
El 10 de agosto trascendió que el consejero de la Embajada de Ucrania abandonó Moscú.
Moscú consideró este hecho como una provocación y en respuesta al acto hostil por parte de la OTAN retiró las credenciales diplomáticas al director del Buró de Informaciones de la OTAN en Moscú, a la agregada de la Embajada de Canadá en Rusia, Isabelle François, y al segundo al cargo del Buró de Informaciones de la OTAN y agregado de la misma, Mark Opgenorth.
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El 2 de abril de 2009 el canal de televisión lituano TV5 informó citando fuentes extraoficiales que a fines del mes anterior el diplomático ruso Alexandr Japílov, acusado por el canal TV3 en octubre del año anterior de preparar un atentado contra el entonces presidente de Georgia, Mijaíl Saakashvili, fue expulsado del país.
El agregado de prensa de la legación rusa en Lituania confirmó al mismo medio que Japílov abandonó el país, pero desmintió que fuese expulsado, alegando que había dejado el país báltico debido a que pasaba a ocupar un nuevo cargo.
⚡️ Exteriores ruso: Moscú sospecha que Londres intenta ocultar la verdad sobre el caso del exespía Skripal https://t.co/uo6aCAiREY
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 15 марта 2018 г.
En septiembre de 2008 un diplomático finlandés fue expulsado de Moscú en respuesta a la expulsión de un funcionario de la Embajada de Rusia en Finlandia a principios de año.
La Cancillería de Finlandia motivó la expulsión con el hecho de que el diplomático ruso estaba vinculado a un caso de soborno.
El 21 de enero de 2008 el segundo secretario de la Embajada de Rusia en Letonia y vicecónsul, Alexandr Rogozhin, fue expulsado del país tras ser acusado de espionaje.
La Cancillería rusa calificó esta decisión de paso hostil y declaró que se reservaba el derecho de tomar medidas de respuesta.
Cuatro días más tarde Rusia declaró persona no grata a uno de los funcionarios de la Embajada de Letonia en Moscú, por actividades incompatibles al estatus de diplomático y que dañaban los intereses de seguridad de Rusia.
El 7 de noviembre de 2008 el Ministerio de Exteriores de Georgia envió a la Embajada de Rusia una nota donde declaraba a tres funcionarios de la misión personas no gratas.
Al día siguiente la Cancillería rusa respondió con una medida simétrica.
En julio de 2007 cuatro diplomáticos rusos fueron expulsados del Reino Unido en respuesta a la negativa de Rusia de entregar al empresario Andréi Lugovoi, acusado por los británicos de ser cómplice del exoficial del FSB de Rusia, Alexandr Litvinenko.
Rusia respondió con la expulsión de cuatro diplomáticos británicos.