"En respuesta habrá, como de costumbre, medidas similares, y no excluyo que resulten más duras, que se refieran a un mayor número de diplomáticos", aseguró el parlamentario, agregando que Moscú "no les dejará tomar ni un respiro".
El 12 de marzo la primera ministra británica, Theresa May, dijo que era altamente probable que Moscú esté detrás del envenenamiento del exagente doble Serguéi Skripal y su hija Yulia con un presunto agente nervioso el pasado 4 de marzo en Salisbury, en el condado de Wiltshire.
El 14 de marzo May anunció la expulsión de 23 diplomáticos rusos en relación con el caso Skripal.
Skripal fue reclutado por la agencia británica MI6 cuando servía en el Ejército ruso en los años 90.
En 2006 la justicia rusa lo condenó a 13 años de cárcel por espiar a favor de un Estado extranjero y cuatro años después fue canjeado junto con otros dos espías por 10 personas detenidas en Estados Unidos.
El Reino Unido acogió a Skripal y le concedió la ciudadanía británica, según lo confirmó la Scotland Yard.
El titular ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, tachó de "disparate" las insinuaciones que apuntan a su país como responsable del crimen y ofreció colaboración al Gobierno británico para investigar el caso.