"La retirada filipina, estoy seguro, dará origen a una avalancha de otros Estados abandonando el tribunal", dijo Roque al canal ABS-CBN.
El portavoz, que es un experto en derecho internacional, añadió que "ningún otro (país) asiático se uniría a la CPI ahora".
"Filipinas era el único que abogaba por el ingreso de otros países de la región. Este es el comienzo del fin para la Corte ", sentenció.
El 14 de marzo, el presidente Duterte declaró que Filipinas retira con efecto inmediato su ratificación del Estatuto de Roma, el documento fundacional de la CPI.
Duterte ordenó la retirada de Filipinas de la CPI varias semanas después de que este organismo empezara un análisis preliminar para investigar los abusos cometidos en el marco de la guerra contra las drogas declarada por su Gobierno a finales de junio de 2016.
Según las estadísticas oficiales, más de 3.800 sospechosos de narcotráfico fueron abatidos en operaciones antidrogas desde el 1 de julio de 2016 hasta finales de agosto de 2017.
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La ONG internacional Human Rights Watch estima que la guerra contra las drogas en Filipinas causó más de 12.000 muertos, de los que unos 4.000 fueron eliminados en operaciones policiales y el resto, a manos de hombres armados no identificados.