La situación en Guta se agravó últimamente y el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó la resolución 2401 que establece un armisticio de 30 días en todo el territorio de Siria para llevar a cabo las operaciones humanitarias.
Los grupos armados en Guta Oriental atacan diariamente Damasco con cohetes y proyectiles de mortero, que caen en los barrios periféricos y en el mismo centro de la capital siria.
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Los civiles que abandonaron la ciudad de Duma relataron a Sputnik cómo vivían en esa ciudad controlada por los terroristas.
Veinte días en un sótano
Los vecinos de Duma han pedido reiteradamente a los terroristas dejarles salir a través del corredor humanitario creado por el Gobierno sirio, pero la respuesta siempre fue negativa.
Una mujer llamada Naka, madre de tres hijos, comentó que no les dejaron salir ni siquiera después de sufrir heridas durante un bombardeo.
"Permanecimos en un sótano durante 20 días, no nos permitieron salir afuera incluso cuando sufrí una herida en la cabeza durante un bombardeo", apuntó.
Haysam Bakr, un hombre de 42 años, recordó la vida de antes de la guerra y aseguró que todos desearían volver a aquel feliz tiempo.
"Vivíamos libremente y nuestra querida Siria era para nosotros el país más seguro del mundo", expresó.
En Guta Oriental no les permitían hablar ni saber lo que ocurría más allá del sótano, uno vivía en medio de las constantes amenazas de muerte.
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Los terroristas vendían la ayuda humanitaria
Halil Muhamad Shinvani, de 74 años, contó cómo intentaron escapar cuando llegó a Guta un camión con ayuda humanitaria de la Media Luna Roja: los civiles intentaron irse con el camión, pero los terroristas lo advirtieron y les pegaron.
"¿Ayuda humanitaria? No recibíamos nada porque los terroristas la robaban y vendían después a altos precios", afirmó Halil.
Los civiles solo recibían un trozo de pan cada dos días y algo de dinero, con el que podían comprarse un cigarrillo, es decir medio dólar aproximadamente.
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