Las aeronaves aterrizaron en el buque estadounidense el 4 de marzo. Los militares del país consideraron la prueba como un hito en el ámbito del combate aéreo, según explica el medio Stars and Stripes.
"La utilización combinada de los F-35B Lightning II y del Wasp [el buque de asalto anfibio estadounidense] representa uno de los pasos más significativos para la capacidad de combate de la Marina", declaró el representante de la Armada de EEUU Brad Cooper.
El militar subrayó que el caza furtivo de quinta generación mejoraría considerablemente las capacidades bélicas del Ejército del país gracias a su polivalencia.
Los aviones de sigilo están destinados tanto para realizar ataques precisos continentales, como participar en los combates de la Marina.
Después de los ensayos los F-35B junto con unos 2.300 marines van a desplegar en los buques de guerra para efectuar las operaciones en la región del Indo-Pacífico, según indican los representantes de la Armada de EEUU.
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Anteriormente se informó que los intentos del fabricante de los cazas F-35, la empresa Lockheed Martin, de mejorar el proceso del mantenimiento de los aviones y el servicio logístico para las piezas de recambio están "estancados".
En particular, la disponibilidad operativa de los cazas, "una característica clave", está alrededor del 50%, y esta cifra se mantuvo intacta desde octubre de 2014, a pesar del aumento de la flotilla de las aeronaves.
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