La norma, que entró en vigor el 1 de marzo, podría aplicarse por primera vez contra el periódico argentino. La denuncia de la organización polaca Reducto del Buen Nombre (RDI, por sus siglas en polaco), también conocida como la Liga Polaca contra la Difamación, fue respaldada por el viceministro de Justicia, Michal Wojcik.
Sin embargo, hasta el momento a la redacción del periódico no ha llegado ninguna notificación oficial de la denuncia más allá de los trascendidos de prensa, dijo a Sputnik Raúl Kollmann, periodista de Página/12.
"Es una demanda apoyada públicamente por el viceministro de Justicia de Polonia, es decir que tiene un respaldo institucional. No tenemos claro todavía las características, pero suponemos que es una denuncia penal", precisó Kollmann.
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El artículo, titulado 'Rostros familiares', fue publicado en diciembre de 2017, y abordaba la masacre de Jedwabne, una aldea en el este de Polonia, escenario en 1941 de una masacre perpetrada contra la población judía, aproximadamente la mitad del total.
En la nota, el periodista argentino recuerda que no fue la ocupación alemana la que se encargó de quemar a los judíos y someterlos a múltiples vejaciones, sino sus mismos vecinos polacos. El historiador polaco naturalizado estadounidense Jan Gross publicó en 2001 'Vecinos', una investigación que dio cuenta del hecho a través del testimonio de los sobrevivientes.
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Página/12 ya había publicado otros reportajes al respecto, entre ellos una entrevista a la filósofa argentina Laura Klein, cuya madre logró sobrevivir a Jedwabne. En 2001, a 60 años de la masacre, Polonia pidió disculpas a las víctimas en una ceremonia no exenta de polémicas, resistida por buena parte del espectro político —incluido el exponente de Solidaridad, Lech Walesa— y la Iglesia católica. Klein es la única representante de su país en una comitiva de unos 25 sobrevivientes y familiares de víctimas.
"Las víctimas ya dieron sus testimonios con sus huesos, los cabellos, los zapatos, la ocupación de sus casas, el saqueo financiero, entonces que ahora hablen de los victimarios. Fui a Polonia a decirles que no hablen de nosotros, porque cada vez que lo hagan van a justificar la masacre de alguna manera", dijo a Página/12 la filósofa, tras participar del acto de disculpas en el que, afirmó, no se dio lugar a las víctimas a hablar.
No es la primera vez que este asunto genera polémicas. En 2011, el monumento recordatorio de la tragedia, inaugurado en la ceremonia a la que asistió Klein, fue vandalizado. De la noche a la mañana, grafitis con esvásticas y mensajes insultantes hacia las personas que fueron asesinadas.
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El periodista consideró que la existencia de esta ley y el crecimiento del peso político de fuerzas "que son muy violentas contra los extranjeros" en Polonia —pero también en Hungría o Italia— es "muy preocupante".
Sputnik consultó también sobre la denuncia a Ariel Cohen Sabbán, presidente de la Delegación de Asociaciones Israelitas de Argentina (DAIA), una ONG que federa y representa políticamente a todas las entidades judías del país. A criterio del referente, la polémica "nos obliga a reflexionar sobre varios aspectos de la relación judeo-polaca".
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Según la DAIA, la foto cuestionada "realmente no está vinculada con el relato de Jedwabne" pero es "irrelevante, ya que "poco 'daño' hace a la imagen de Polonia frente al cruel relato" de la masacre, "donde los vecinos polacos asesinaron a sus vecinos judíos".
Pero más allá de este tipo de acciones —en la que se incluyen también saqueos de propiedades de judíos enviados a los campos de concentración nazis—, "la complejidad de la relación entre judíos y polacos no permite simplificaciones y reduccionismos, que fomentan el extremismo".
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"El abordaje del tema no pasa por una cuestión de imagen como lo plantea el Gobierno polaco actual, sino de asumir y procesar una verdad histórica. Una verdad histórica que nos interpela, nos incomoda y nos obliga a dialogar y reflexionar", afirmó el presidente de la DAIA en sus declaraciones.
"Estoy persuadido de que la moderación y la historicidad son la única forma de subsanar el daño que la nueva ley polaca ha hecho a la relación judeo-polaca. Relación que con reconocimiento y diálogo hemos estado procesando y reconstruyendo en los últimos años", concluyó el presidente de la DAIA.
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— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 19 de enero de 2017
Kollmann, quien tiene dos abuelos exterminados en Auschwitz en 1944, afirmó que mantener viva la memoria de lo ocurrido en esos años "es una batalla" que se libra desde 1945. La generación que vivió en carne propia la barbarie nazi y logró contarlo está muriendo, pero quedan quienes los sucedieron.
"De alguna manera también heredamos los sufrimientos, porque aquello transformó todas nuestras vidas. Por supuesto, mucho más las vidas de nuestros padres, pero también las nuestras", concluyó el periodista.