El incidente tuvo lugar en un colegio electoral de Milán. Justo en el momento en el que el líder de Forza Italia se disponía a depositar su voto, la activista se subió a la urna y con los pechos al descubierto gritaba "Berlusconi sei scaduto" ("Berlusconi, tu tiempo se acabó", en italiano). El ex primer ministro hizo caso omiso a la aparición de la joven y se dio la vuelta para abandonar la sala.
Para regocijo de los periodistas allí presentes, la activista continuó gritando lemas de protesta, hasta que fue desalojada a la fuerza por los agentes de seguridad. Una vez controlada la situación, Berlusconi regresó y finalmente pudo ejercer su derecho al voto.
No es la primera vez que el emblemático político italiano es perseguido por las activistas de este movimiento. Un caso similar tuvo lugar en las elecciones de 2013, solo que aquella vez fueron tres las activistas que, a diferencia del último caso, no alcanzaron interrumpir en el proceso de votación.