El mandatario "se decidió por aranceles de 25% al acero y de 10% en el aluminio", informó la Casa Blanca.
La semana pasada, el Departamento de Comercio había recomendado al mandatario gravar todas las importaciones de acero con un tributo de 24%, o imponer un arancel del 53% a los suministros procedentes de 12 países.
La cartera explicó que el exceso de capacidad mundial de acero es de 700 millones de toneladas, casi siete veces el consumo anual de ese metal en EEUU.
Hasta el 15 de febrero, EEUU había presentado 169 quejas antidumping (comercio desleal) y compensatorias sobre el acero, de las cuales 29 fueron contra China.