Miles de personas se manifestaban desde primera hora de la tarde por las calles de la capital catalana para criticar la presencia del monarca con gritos de "libertad presos políticos", "fuera el Borbón" o "independencia".
Sin embargo, también se produjeron concentraciones a favor de la visita del rey en la plaza de Cataluña, donde se reunieron cerca de un millar de personas con el objetivo de "dar la bienvenida al jefe del Estado" y pedir, entre otros, el encarcelamiento del expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont.
En la cena que se celebra esta noche, es la primera ocasión en la que no hay representación institucional del Gobierno catalán.
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El año pasado, Carles Puigdemont agradeció la cordialidad de Felipe VI durante la cena, pero en esta ocasión se encuentra en Bruselas, desde donde pidió boicotear el acto.
"No participaré en la recepción protocolaria del rey, lo que coloquialmente se conoce como "el besamanos". Sí que participaré en la cena y en la inauguración del Mobile World Congress donde coincidiré con el rey y otras instituciones. Allí nos relacionaremos con respeto entre representantes de diferentes instituciones que hemos trabajado intensamente para que esta edición del Mobile sea un éxito. Pero una cosa es el respeto institucional y otra la pleitesía, y más en los tiempos que corren", señaló en un texto publicado por la alcaldesa.
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Para esta noche, tanto la Candidatura d'Unitat Popular (CUP) como las organizaciones independentistas la Asamblea Nacional Catalana y Òmnium Cultural convocaron una cacerolada contra el monarca.
"Hagamos la cacerolada más grande del mundo", señala la convocatoria.