A diferencia de otros billetes como los del dólar estadounidense —que están hechos de papel de fibra de algodón—, los billetes del dólar australiano se producen con un polímero que deja una sensación cerosa tras tocarlos.
Australia está innovando continuamente su moneda y el nuevo billete de cinco dólares australianos tiene un efecto alófano. Colocándolo de cierto modo se puede ver la imagen de una picoespina oriental —un ave autóctona de Australia— que mueve sus alas y cambia de color.
En 2015, el Banco de la Reserva de Australia anunció que añadiría un elemento táctil a sus billetes para ayudar a los ciegos a reconocerlos.
En 1988 Australia fue el primer país en introducir los billetes poliméricos, que posteriormente fueron adoptados por otros países como Canadá y Vietnam. El Reino Unido empezó a usarlos en 2016.
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