¿Quién inició el conflicto? ¿Cómo fue la batalla entre los aficionados rusos y los vascos? ¿Cuáles serán las consecuencias de este desafortunado incidente? Para contestar a estas preguntas, Sputnik recopiló los testimonios de cinco personas que conocen de primera mano qué pasó frente al estadio de San Mamés.
Los radicales del Athletic empezaron a tirar cohetes, bengalas y vasos
"Yo vi con mis propios ojos al lado del estadio, cuando estábamos llegando los aficionados del Spartak, cómo los radicales del Athletic de Bilbao empezaron a tirar cohetes, bengalas y vasos, allí fue donde se montó todo", relata Andréi Koledá, aficionado ruso que se desplazó a España para seguir el partido.
Respecto a los posibles efectos que estos altercados puedan tener sobre la celebración del Mundial de fútbol en Rusia, Koledá se muestra preocupado. Relata que la primera conclusión que se saca desde la prensa española es que los incidentes de Bilbao afectarán al Mundial de Rusia, "ya que después de lo que pasó con los 'animales' rusos en Bilbao, podría ser peligroso ir a Rusia".
Les arrojaron fuegos artificiales, luego todo lo que había a mano
Los seguidores del Spartak sabían que entre 100 y 150 activistas locales de izquierda iban a tratar de atacar a los seguidores rusos. Esa es la razón por la que un grupo de unas 60 personas se unió para desplazarse hasta el estadio, relata un hincha ruso presente en el partido que pidió mantener el anonimato.
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Al acercarse al campo, a los aficionados del Spartak les arrojaron primero fuegos artificiales y luego todo lo que tenían a mano: botellas, trozos de hierro, martillos… de hecho, uno de esos martillos acabó golpeando al propio testigo. Tras el ataque, los radicales del Bilbao se refugiaron en un bar sin que la Policía vasca hubiera hecho nada por acabar con la violencia. Según este testigo, para la Ertzaintza la forma de acabar con el problema fue golpear a los seguidores del Spartak.
"Como resultado hubo alrededor de cinco detenidos y unos diez heridos entre los rusos", se lamenta.
Había vasos volando, disparos de pelotas de goma, balas aturdidoras…
El conflicto tuvo lugar porque varias organizaciones de seguidores radicales del Athletic, grupos antifascistas y la organización 'Euskal Herria con Donbás' "entendieron que buena parte de los seguidores ultras del Spartak son de ideología fascista y que no tenían derecho a venir a nuestra ciudad", explica Pablo González, periodista y seguidor del Athletic.
El hincha del Athletic afirma que la comitiva de los seguidores del Spartak transcurrió por las calles de la ciudad sin que se produjera ningún incidente hasta llegar al estadio. Justo a 100 metros de las puertas de San Mamés, algunos aficionados locales empezaron a arrojar botellas y vasos de cristal contra los del Spartak, que no dudaron en responder.
"Había vasos volando, disparos de pelotas de goma, balas aturdidoras… se organizó una pequeña batalla campal en un momento", describe la situación. Según su testimonio, fueron precisamente los antifascistas los que provocaron los mayores apuros a la Policía, estando los del Spartak más a la defensiva.
"Los de casa han sido los que han encendido la mecha, aunque dos no se pelean si uno no quiere", señaló el periodista, que recordó que los aficionados del Olympique de Marsella se portaron "bastante peor" durante la visita de su equipo a Bilbao el año pasado.
Recordemos la última visita del Olympique de Marsella a Bilbao. Buenos augurios… pic.twitter.com/VbkINdR8Ce
— Dani Álvarez (@DaniAlvarezEiTB) February 23, 2018
La atmósfera era tranquila y acogedora
De acuerdo con Alexandr Vishnevski, periodista ruso que desde hace tiempo reside en España y cubre la actualidad del fútbol español, la atmósfera tanto en el estadio como en la ciudad fue tranquila y acogedora.
"El ambiente era bueno, hablé con muchas personas locales que mostraban simpatía por los rusos, se acercaban y decían algunas palabras en ruso: gracias, bienvenidos", destaca el periodista.
Reconoce también que no se sintió en ningún momento en peligro. "Creo que los vascos radicales ultraizquierdistas decidieron atacar a los seguidores del Spartak y estos respondieron, pero la gran mayoría de los residentes, así como los hinchas rusos, no buscaba problemas y solo quería pasar un buen rato", opina.
Tras leer que todos los rusos que iban a venir eran supuestamente radicales, supuestamente ultrafascistas que venían a pegar a los residentes locales y organizar disturbios, a menudo nos cruzábamos con personas que cuando oían que hablábamos ruso nos miraban de una manera sospechosa e intentaban marcharse del lugar", relata Vishnevski, seguro de que fue la "propaganda" en los medios la que llevó a los bilbaínos a reaccionar así.
Aunque por supuesto que existen "fanáticos radicales", la mayoría de los visitantes rusos eran parejas, personas que venían a pasar un buen rato, visitar los museos, disfrutar del hermoso País Vasco y ver fútbol, concluye.
Ha sido un enfrentamiento entre dos grupos radicales
Sin embargo, Mouriño reconoce que no vio los disturbios con sus propios ojos, ya que no se encontraba fuera del estadio cuando empezaron los enfrentamientos. Otros seguidores rusos sí que le contaron que cuando los aficionados del Spartak iban escoltados por la Policía hacia el estadio fueron agredidos por los del Athletic con piedras y bengalas.
El empresario coincide con Koledá al poner cierta responsabilidad de lo ocurrido en la Ertzaintza, que considera que tardó demasiado en atajar los alborotos.
"Creo que hubo un problema en el operativo de la Policía autonómica vasca ante el partido, que ya se sabía que era de alto riesgo", se lamenta.
Mouriño ha tenido algunas palabras para el agente que perdió la vida durante el operativo:
"Aprovecho para trasladar mis respetos a los familiares, amigos y a la Policía autonómica vasca por la muerte de su compañero", declaró.