Descubre las ventajas y capacidades del 'Taladro' frente a otros proyectiles, en el análisis de Sputnik realizado por el periodista ruso Vadim Saránov
Drel vs AGM-154
El desarrollo de esta bomba planeadora empezó ya en los años 90 del siglo pasado, aunque las primeras pruebas se realizaron solo en 2016. El alcance máximo de la Drel, según distintos datos, oscila entre los 30 y los 50 kilómetros, tres veces menos que su competidora más cercana de EEUU: la bomba planeadora AGM-154B. Sin embargo, el periodista sostiene que el 'Taladro' ruso aventaja a su rival en varios aspectos básicos.
Al aterrizar con la ayuda de un paracaídas cada una de estas submuniciones monitorea el espacio terrestre con sensores infrarrojos y de radio e impacta en el armamento enemigo que pueda encontrarse en el lugar.
La submunición estadounidense BLU-108 para la AGM-154B funciona siguiendo unos parámetros parecidos. La única diferencia de la BLU-108 consiste en que esta apunta al blanco con ayuda de un solo canal infrarrojo y es incapaz de detectar otros blancos, como sí hace la SPBE-K.
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Además, las bombas rusas son capaces de distinguir los blancos enemigos de los amigos y pueden ser utilizadas en combates de tanques en los que los blindados rusos se encuentren a muy poca distancia de los del enemigo.
Según los constructores rusos, una Drel es capaz de aniquilar hasta seis tanques enemigos de una tacada. Los expertos no excluyen la posibilidad de que próximamente otros tipos de bombas planeadoras entren en servicio de las Fuerzas Armadas de Rusia. Su empleo será más amplio y no se limitará al uso contra tanques.
"La principal ventaja de las bombas planeadoras radica en que son más baratas que los misiles guiados por láser o los proyectiles teleguiados. Además disponen de un alcance razonable y de una alta precisión. Por si fuera poco, su bajo costo permitirá efectuar ataques masivos con ayuda de estos proyectiles", comentó Mijaíl Jodarenok, experto en materia militar, que agregó que son muy difíciles de derribar.
El preciso impacto en el blanco
El Henschel Hs 293 fue la primera bomba planeadora y fue desarrollada en Alemania, que la utilizó durante la Segunda Guerra Mundial. Este proyectil guiado por radio con un acelerador de propulsión a chorro podía alejarse del lugar de su lanzamiento a una distancia de hasta 14 kilómetros.
Últimamente varios tipos de bombas planeadoras pasaron a formar parte del arsenal del Pentágono. Entre estos proyectiles destaca la GBU-39, con un alcance de 110 kilómetros, y la AGM-154 JSOW, capaz de superar los 130.
Por su parte, el experto militar Alexéi Leonkov destacó que las bombas planeadoras esconden un montón de ventajas frente a las municiones clásicas.
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"La masa de la ojiva de misiles aire-tierra es insuficiente para poder infligir un daño considerable al blanco. Las bombas clásicas se arrojan de acuerdo con la trayectoria balística y para no ser interceptadas, el avión que las lanza tiene que situarse a mucha altitud. Las bombas planeadoras permiten solucionar este problema sin que su portador entre en la zona defendida por los sistemas de defensa antiaérea del enemigo", resumió Leonkov.