En una entrevista con la BBC, Araqchí dijo que "reducir la tensión es muy importante" para Teherán que junto con Moscú y Ankara ha trabajado duro para establecer zonas seguras en varias partes de Siria.
"En este caso particular (de Guta Oriental), estaremos en contacto con el gobierno de Siria para ver cómo podemos evaluar la situación y trabajar juntos para reducir la tensión y el número de muertos", declaró el viceministro.
En otro pasaje, Araqchí señaló que "el problema es que hay demasiados actores y la situación se ha vuelto muy complicada en diferentes áreas de Siria".
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Raad Hussein, reveló el 21 de febrero que su oficina tiene la información sobre al menos 346 civiles muertos y 878 heridos como resultado de los bombardeos aéreos y artilleros que el Ejército gubernamental y sus aliados vienen realizando desde el 4 de febrero sobre Guta Oriental, el arrabal damasceno controlado por los rebeldes.
También el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, que procura documentar desde el Reino Unido las víctimas del conflicto en Siria, mencionó este 22 de febrero la cifra de 314 civiles muertos y unos 1.700 heridos en apenas cuatro días de bombardeos continuos.
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En el marco del proceso de paz patrocinado por Rusia, Turquía e Irán se crearon en Siria cuatro zonas de distensión para afianzar el armisticio y separar a los rebeldes de los grupos terroristas, una de ellas en Guta Oriental.