El hecho promete abrir una nueva etapa de confrontación contra la política económica que lleva adelante la Administración Macri, sin embargo hay otras cuestiones en juego. Según dijo a Sputnik el politólogo argentino Alejandro Frenkel, la protesta tiene dos dimensiones. Por un lado se trata de una concentración que ocurre en un momento de "deterioro" en la aprobación del Gobierno.
"Esto tiene que ver con que los resultados económicos prometidos aún no se ven y se suman algunos escándalos con funcionarios vinculados al oficialismo. Además, luego de la derrota de Cristina Kirchner [en las elecciones legislativas del año pasado], la sociedad ya pone todos los diagnósticos sobre el oficialismo", explicó Frenkel.
Además el politólogo argentino consideró importante recordar que este año se va a tratar la reforma laboral, un tema "muy sensible" para el sindicalismo de este país. "La marcha tiene que ver también con una muestra de fuerza para cuando tengan que negociar ese tema. Es un momento en el cual al Gobierno le está costando marcar la agenda y el sindicalismo surge como un actor que le disputa el protagonismo", concluyó.