"Vamos a luchar hasta que reconozcan los derechos de todos los trabajadores argentinos", advirtió el secretario general del sindicato, Hugo Moyano, en el acto central de la marcha.
En alusión al presidente Mauricio Macri, el poderoso sindicalista rescató una frase del escritor mexicano Octavio Paz, Premio Nobel de literatura, quien señaló que "toda victoria es relativa y toda derrota es transitoria".
Consciente de las varias causas judiciales que lo investigan y que han tomado vigor en las últimas semanas, el dirigente aseguró que no estaba "implicado en ningún caso de corrupción", y que no tenía medo de ser detenido.
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Rodeado de centenares de miles de personas sobre el escenario colocado en una de las principales avenidas de Buenos Aires, la 9 de julio, el gremialista lanzó una dura advertencia.
"Los gorilas [como se denomina de manera despectiva a los antiperonistas] no puede estar en la conducción del país, arrebatan la dignidad a los hombres de trabajo y no lo podemos permitir", sostuvo.
Amenaza de paro general
El discurso de Moyano fue precedido por Juan Carlos Schmid, uno de los tres secretarios generales de la Confederación General del Trabajo (CGT), la principal central obrera del país.
"Lo único que ha logrado el Gobierno en estos dos años es hacer perder el poder adquisitivo de trabajadores y jubilados; es condonar y blanquear la plata de los evasores; es rebajar el sueldo de prestaciones sociales y seguridad social; es llenar las góndolas con productos importados atentando con nuestro trabajo", señaló.
El secretario general del sindicato marítimo y del de dragado y balizamiento, acusó al Gobierno de "endeudar el país de manera inaudita", y pidió a los miembros del Congreso legislativo "que no voten las leyes que vulneran los derechos de trabajadores"
El secretario general de la rama autónoma de la central, Pablo Micheli, adelantó su deseo de organizar una huelga general para el próximo mes.
El Gobierno debe recibir una señal "para parar el saqueo que están haciendo los CEO, que son todos vagos que lo único que apuestan es a la timba financiera, por eso no hay producción", afirmó ante los manifestantes.
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Aunque contó con el apoyo de varios organismos de derechos humanos, de fuerzas políticas de izquierda y de varios movimientos sociales y sindicales, importantes gremios de distintos rubros decidieron no sumarse a la marcha, entre ellos los de gastronomía, estaciones de combustible, construcción, transporte, alimentación y el de empleados públicos.
Los otros dos secretarios generales de la CGT, Héctor Daer y Carlos Acuña, tampoco movilizaron a sus bases.
La manifestación fue convocada cuando en las últimas semanas varias causas judiciales que tienen en mira al sindicalista han cobrado brío.
Un juez federal ordenó hace una semana levantar el secreto fiscal y bancario de Moyano en una causa que lo investiga por supuestas maniobras de lavado de activos.
Junto a su hijo Pablo Moyano, el líder sindical también se encuentra imputado en otro expediente por supuesto lavado de dinero en el club de fútbol que presiden, Independiente.
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El dirigente gremial interpreta que la justicia ha comenzado a impulsar estas causas por directriz del Gobierno nacional, que a su vez entiende que la marcha del 21 de febrero es una muestra de poder y de amedrantamiento que intenta generar el poderoso sindicalista.