"Perú debe resguardar su prestigio diplomático y demostrarle al mundo que está a la altura de realizar eventos de organismos supranacionales como es la VIII Cumbre de las Américas, sobre todo garantizando que quienes participen tengan las garantías absolutamente completas para su estancia, su llegada y su posterior despedida", dijo la legisladora, del gobernante Movimiento Al Socialismo (MAS).
La decisión se adoptó "ante el continuo y grave deterioro de las instituciones democráticas en Venezuela" y con base en la Declaración de Quebec, adoptada por los países del hemisferio en 2001.
Esta señala que "cualquier alteración o ruptura inconstitucional del orden democrático en un estado del hemisferio constituye un obstáculo insuperable para la participación del Gobierno de dicho estado en el proceso de Cumbres de las Américas".
No obstante, Maduro respondió que viajará a Lima "llueva, truene o relampaguee".
"Lamentablemente también se estaría jugando el prestigio de Perú con esta acción", remarcó la presidenta de la comisión legislativa boliviana, para quien ni el Gobierno de Kuczynski ni el Grupo de Lima pueden decidir la participación o no de ningún mandatario en la Cumbre de las Américas.
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Para Silva, la decisión de Kuczynski de indultar al expresidente peruano Alberto Fujimori (1990-2000), acusado por delitos de lesa humanidad, y la presencia de un Gobierno "carente de legitimidad" como el de Brasil, le restan solidez democrática al Grupo de Lima.
"Están acusando a Venezuela de ser antidemocrática y claramente hay elementos de antidemocracia en sus miembros", afirmó.
El Grupo de Lima fue creado en agosto de 2017 en la capital peruana para hacer un seguimiento a la situación en Venezuela hasta que ese país "retorne a la democracia".
Esa instancia internacional está conformada por Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Guyana, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú y Santa Lucía.