Varias decenas de activistas de la Organización de Nacionalistas Ucranianos-Ejército Insurgente Ucraniano (OUN-UPA, prohibida en Rusia) llegaron al Centro y empezaron a arrojar piedras, huevos y pinturas contra los muros y las ventanas.
Cerca de estos edificios montaban guardia varios centenares de agentes que no hicieron nada para frenar a los radicales.
Después de cometer sus actos vandálicos, los radicales volvieron hacia la Plaza de la Independencia donde se conmemora en estas fechas el cuarto aniversario de las violentas protestas que derivaron en un cambio de gobierno en Ucrania.
La portavoz de la policía de Kiev, Oxana Blischik, dijo al canal 112 Ukraina que los agentes documentaron las acciones ilegales y los llamados a realizarlas.
"Se abrirá una investigación penal si las entidades afectadas presentan denuncias", dijo la portavoz y añadió que "la policía ha hecho lo posible por prevenir una pelea multitudinaria".
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Según el director del centro, Konstantín Vorobióv, el edificio sufrió un grave daño material.
Rusia solicitó a la Misión Especial de Observación de la OSCE en Ucrania que reaccione al ataque.
El embajador ruso ante la OSCE, Alexandr Lukashévich, calificó lo sucedido de provocación y acto indignante de nacionalismo agresivo. También exigió que las autoridades de Ucrania condenen oficialmente la actuación de los radicales.
