La noción de una Rusia 'expansionista' que requiere un 'contrapeso por la fuerza' es incorrecta y hasta peligrosa por su capacidad de generar malentendidos complicados, opina Gabriele Krone-Schmalz, destacada periodista alemana con muchos años de experiencia en Moscú.
La OTAN da por garantizado que Rusia busca expandirse y se esfuerza a contrarrestarla por la fuerza militar.
En realidad, según la experta, Rusia está actuando bajo una lógica defensiva. Teniendo un enorme territorio terrestre vulnerable ante varios enemigos hipotéticos en el continente, Rusia solo puede ver la expansión de la OTAN hacia sus fronteras como una amenaza.
Pero no se puede negociar con alguien que básicamente espera que el interlocutor se rinda sin resistencia, destaca Krone-Schmalz en comentario para el medio suizo Luzerner Zeitung.
Si bien la URSS y la Rusia del pasado tienen un historial de expansiones, admite la experta, el propio país ha sido a menudo víctima de políticas expansionistas, y "esta experiencia debe ser respetada". Es necesaria la firmeza en el diálogo con el país, pero también que se tome en serio sus sentimientos.
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Para acabar con el callejón sin salida actual en las relaciones entre Rusia y Occidente, la periodista sugiere tres acciones posibles:
Poner fin a los planes de remodelar Moscú al estilo occidental. La política de 'democratización forzosa' no tiene en cuenta la realidad de Rusia y está condenada a enfrentar resistencia. Además, no es posible crear una democracia "con sólo apretar un botón".
Apostar por liderar con el ejemplo. Se necesita paciencia, cooperación y la acción ejemplar para que "los valores occidentales prevalezcan a largo plazo", según la periodista.
Aunque no se puede ignorar las "deficiencias del Gobierno ruso", y se debe criticarlo donde sea necesario, con Vladímir Putin, "un político racionalmente calculador", se puede negociar, concluye Gabriele Krone-Schmalz.
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