El informe fue publicado por los periodistas de The New York Times e Intercept, James Risen y Matt Rosenberg.
La representante de la CIA Nicole de Hay comentó la situación a Sputnik.
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"Las personas estafadas resultaron ser James Risen y Matt Rosenberg. La historia ficticia sobre que a la CIA le estafaron 100.000 dólares es absolutamente falsa", aseguró.
Según los datos de la 'investigación' de los periodistas, los espías estadounidenses se reunieron con el informante en diferentes ciudades de Alemania durante unos meses e hicieron el pago inicial de 100.000 dólares.
En efecto, el informante no devolvió el software robado, sino que mandó información presumiblemente inventada sobre Donald Trump y otras personalidades, incluyendo los requisitos bancarios, las conversaciones electrónicas e 'información de la inteligencia rusa'.
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Luego los espías estadounidenses cancelaron la compra al sospechar la participación de la inteligencia rusa y al temer una posible crisis política en Washington, según cuentan Risen y Rosenberg. Más tarde, los agentes estadounidenses y europeos comunicaron a su colaborador ruso que no regresara a Europa Occidental amenazándole con un arresto, indican.