"Vamos a salir a la calle a evangelizar a las personas, a darles amor para decirles que no hace falta que estén ahí drogándose, bebiendo, fumando… sólo necesitan tener a Jesús en su corazón", explicó a Sputnik, Alexandre Cunha, director de la banda de músicos cristianos "Sou cheio de amor" (Estoy lleno de amor).
Sus integrantes desfilarán tocando por las calles de Río durante el Carnaval pero las tradicionales letras de samba serán sustituidas por cánticos a favor de Jesucristo, todo con el objetivo de evangelizar al máximo número de personas; tampoco habrá alcohol, ni escenas de desnudez o desenfreno.
Cunha asegura que "el enemigo" domina el Carnaval y que la fiesta no es de su gusto, pero que consideran mejor participar para lograr convencer a quienes aún no conocen el amor de Jesucristo.
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Este punto de vista lo comparte un número creciente de iglesias evangélicas; tradicionalmente la mayoría optaba por pasar estos días en retiros fuera del caos de las grandes ciudades, pero últimamente diversas comunidades religiosas está optando por formar "blocos" (como se conoce en Brasil a las comparsas de Carnaval).
Este último además del desfile realizará un concierto con cantantes de música religiosa en la escuela de samba de la favela Rocinha, algo muy simbólico dado que las iglesias más conservadoras suelen demonizar estas agrupaciones musicales de Carnaval.
Guerra cultural
El firme avance de los evangélicos en la mayor fiesta de Brasil cuenta en Río con un aliado moral, el alcalde Marcelo Crivella, que en sus declaraciones públicas no oculta su incomodidad con esta celebración.

Sin embargo, este año el alcalde se presentó a la inauguración el viernes y a pesar de que se mostró reticente a realizar el acto emblemático de inauguración de la fiesta, el alcalde terminó accediendo con la condición de que no le sacaran fotografías.
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El alcalde está enemistado con buena parte de las personas del mundo del Carnaval, puesto que hace meses recortó a la mitad las subvenciones a las escuelas de samba usando la crisis económica como pretexto.
De entre los casi 500 "blocos" que saldrán a las calles de la "Ciudad Maravillosa" durante estos días varios han escogido hacer sátiras al alcalde y a las creencias religiosas que, a su modo de ver, condicionan su forma de gobernar.
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El tradicional bloco "Simpatia é quase amor" (La Simpatía es casi amor) es uno de ellos; su director, Tomaz Miranda, subraya que no es obligatorio que Crivella sea fan del Carnaval, pero sí que lo respete dada la importancia histórica, social y cultural que tiene para Río.
"Está gobernando la ciudad equivocada, hay una incomprensión absoluta del significado del Carnaval, sus decisiones están guiadas por un fundamentalismo que se traduce en un proyecto político que consiste en desmantelar las expresiones culturales basadas en las manifestaciones de matiz africana", critica.

El Carnaval de Río de Janeiro tiene lugar desde el pasado viernes al 14 de febrero y a pesar de las críticas a la gestión las autoridades aseguran que se batirán todos los récords, con seis millones de personas en las calles, de los cuales 1,5 millones se espera que sean turistas.