"Fueron aprobados tres documentos: comunicado final, declaración de los participantes, así como lista de candidatos a la comisión para examinar las cuestiones relacionadas con la elaboración de la Constitución, es decir, a la comisión constituyente", dijo Lavréntiev.
Agregó que Rusia está convencida de que el Congreso de Sochi favorecerá el proceso de Ginebra sobre la solución del conflicto en Siria auspiciado por la ONU.
"En total, la composición de la Comisión constitucional fue aprobada en cantidad de 150 representantes, tanto del Gobierno sirio como de la oposición", comunicó.
Al mismo tiempo, Lavréntiev señaló que el enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, determinará por su cuenta la composición y el formato de la Comisión.
"Los representantes incluidos en la lista se presentarán a Staffan de Mistura que formará de estas personas un órgano para que examine las cuestiones vinculadas con la Constitución, la reforma constitucional", declaró.
Subrayó que todas las decisiones respecto a la composición de la Comisión constitucional "deben aprobarse basándose en el consenso en correspondencia con la resolución 2254 de la ONU".
Según Lavréntiev, De Mistura ya confirmó que aprovechará la asistencia del Congreso del Dialogo Nacional Sirio en el trabajo de la Comisión.
"La próxima reunión del formato de Astaná, como sabéis, está prevista para finales de febrero", dijo Lavréntiev al señalar que es un formato "de eficacia probada" que hizo posible también la celebración del Congreso de Sochi.
Este 30 de enero se celebró el segundo día del Congreso del Diálogo Nacional Sirio, convocado por iniciativa de Rusia y acordado en las conversaciones sirias de Astaná, que busca propiciar un proceso político inclusivo y contribuir a la reconciliación y reformas políticas en el país árabe.
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Siria vive desde marzo de 2011 un conflicto armado en el que las tropas gubernamentales se enfrentan a grupos armados de la oposición y a organizaciones terroristas.
La crisis siria se debate en las negociaciones de Ginebra auspiciadas por la ONU, así como en las consultas de Astaná promovidas por Rusia, Turquía e Irán, — garantes del proceso de paz en el país árabe.