Este desenlace podría producirse a pesar de las declaraciones que James Mattis, jefe del Pentágono, dio en junio pasado. En aquel entonces, el secretario de Defensa de EEUU aseguró que Washington retiraría todas las armas que habían sido suministradas a las milicias kurdas una vez que se logre derrotar a Daesh —autodenominado Estado Islámico, grupo terrorista proscrito en Rusia y otros países—. No obstante, tras anunciar su victoria sobre Daesh, el país norteamericano continuó brindando ayuda militar a las Unidades de Protección Popular.
"Esta técnica, empleada no solo en Siria, implica la creación de unidades de oposición para asegurar el control del país. En caso de que las autoridades no apoyen a EEUU se crean las condiciones para ayudar a derrocar y colocar un jefe proestadounidense. Lo mismo se hizo en Afganistán. Suministraron armas y ahora los talibanes realizan [con ayuda de ellas] atentados que se saldan con muchas vidas y que amenazan a la seguridad de las mismas tropas de EEUU", señaló Koshkin en una entrevista con la agencia FAN.
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El experto sostuvo que EEUU ayuda a los kurdos porque ve en ellos una fuerza militar importante.
No obstante, Koshkin destacó que Washington hará todos los esfuerzos, necesarios para garantizar el cumplimiento de sus propios objetivos.
"Actualmente, ellos [EEUU] necesitan crear y generar unidades militares para buscar la revancha, es decir, volver a tratar de derrocar a Bashar Asad. Otros de sus objetivos son contrarrestar el avance de las tropas gubernamentales, dividir a Siria, crear enclaves de las unidades militares que posteriormente podrán ser lanzadas para defender localidades necesarias para EEUU. Ahora, Washington se empeña en implementar precisamente estos objetivos", enfatizó.
Además, el politólogo afirmó que las declaraciones de que EEUU retirará las armas de Siria no están basadas en fundamentos sólidos.
"Es extremadamente difícil suministrar armas y luego retirarlas, a veces es una misión imposible de implementar mientras que se libran los combates. Claro está que estas armas continuarán en manos de los kurdos".
"Por un lado ellos están listos para cooperar con Turquía que es su aliado principal de la OTAN [en el conflicto]. Por otro lado, a ellos les gustaría cumplir sus propios objetivos en Siria y esto muchas veces contradice a los intereses regionales perseguidos por el país otomano. Esta es una política de doble rasero, por eso las declaraciones realizadas desde EEUU van a ser también de doble rasero (…) Es más probable que [Washington] cree condiciones favorables a la formación de nuevos grupos opositores para que se manifiesten en contra de Damasco", concluyó.
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