El sistema TOS-1 sobresale por su batería lanzamisiles múltiple, que incluye 30 tubos y puede lanzar proyectiles con ojivas termobáricas. Nada más impactar en el blanco, estos proyectiles causan una onda de choque colosal.
Los sistemas TOS son utilizados no solo por las Fuerzas Armadas de Rusia, sino también por las tropas gubernamentales sirias, leales al presidente Bashar Asad.
Asimismo, Moscú ya se ocupa de la creación de una nueva generación del arma. El futuro lanzacohetes incendiario ha recibido el nombre TOS-2. Está previsto que tome como modelo la novedosa plataforma Armata. Además, se prevé crear una versión sobre ruedas para aumentar la maniobrabilidad, especifica el artículo de Stern.
El TOS-2 entrará en servicio entre los años 2018 y 2025.
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Por su parte, las autoridades rusas en numerosas ocasiones han reiterado que su doctrina militar tiene un carácter únicamente defensivo y no está dirigida contra ningún país.