El buque puede "arribar a la zona de operaciones mañana miércoles 17 en función de las condiciones meteorológicas", informó la Armada argentina en un comunicado este 16 de enero.
Los avisos son un tipo de buque de porte menor, rápido y flexible, que se emplea para facilitar el transporte en tareas logísticas.
En el área donde se busca al submarino, desaparecido el pasado 15 de noviembre, se encuentra también el buque oceanográfico ruso Yantar, que llegó el 5 de diciembre, y la corbeta argentina Spiro.
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El Spiro tiene su sonar averiado, por lo que en realidad solo el Yantar está abocado a las tareas de localización del San Juan, según explicó a Sputnik la esposa de uno de los tripulantes del submarino, el suboficial primero y jefe de máquinas Hernán Rodríguez, Marcela Moyano.
Búsqueda sin fin
En su comunicado del 16 de enero, la Armada defendió que todo su personal "mantiene un esfuerzo de búsqueda ininterrumpido" y "sin restricción".
"Las unidades desplegadas están equipadas con sensores aptos y disponibles para la detección de posibles contactos en el lecho marino", mientras que el resto de las naves que no trabajan en la búsqueda "están siendo objeto de trabajos de mantenimiento preventivo o reparaciones correctivas por su uso en la búsqueda".
La Armada baraja la posibilidad de contratar empresas privadas que puedan detectar en las profundidades del mar la embarcación perdida.
En total, siete países han colaborado en la búsqueda del submarino en algún momento.
El 15 de enero se cumplieron dos meses de la desaparición del buque, que se encontraba a 432 kilómetros mar adentro, a la altura del Golfo de San Jorge (sureste) cuando se comunicó por última vez.
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Tres horas después del último contacto, se registró una explosión a 30 millas de su última localización, en coincidencia con el trayecto que cursaba el submarino hacia Mar del Plata, a 400 kilómetros al este de la ciudad de Buenos Aires, donde el San Juan tenía su apostadero habitual.