"Queremos participar en esas discusiones, para lograr que la voz de los refugiados sea escuchada y les sea garantizada una protección en Bangladés y a su regreso a Birmania", dijo el representante de la ACNUR en una rueda de prensa.
Poco antes los representantes de ambos países llegaron a un acuerdo en la capital birmana, Naipyidó, sobre la repatriación de los rohinyás, que deberá realizarse en dos años.
En su informe del 11 de enero, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) estimó en 868.000 el número de refugiados rohinyás en el distrito bangladesí de Cox's Bazar, incluyendo unos 655.500 que escaparon de Birmania desde el 25 de agosto.
Los rohinyás se establecieron en Arakán (antiguo nombre de Rakáin) a finales del siglo XIX y a principios del XX, durante la época colonial cuando los británicos alentaron su traslado desde Bengala Occidental al norte de Birmania donde había escasez de mano de obra agrícola.
Birmania, una nación mayoritariamente budista, deniega ciudadanía y derechos civiles a esta comunidad musulmana estimada entre 1,1 y 1,5 millones de personas, alegando que son inmigrantes bengalíes.