"Hay una amplia gama de recursos [que puede presentar la defensa] y el partido [de los Trabajadores, PT] jugará con el tiempo, mientras tanto él podrá hacer campaña", explicó Batini, profesora de derecho de la Fundación Getúlio Vargas de Río de Janeiro.
Según la especialista, el exmandatario podrá beneficiarse de la lentitud del sistema judicial brasileño para que su defensa interponga los recursos necesarios.
En caso de que sea condenado, lo que por el historial de este tribunal, que siempre suele ratificar las sentencias anteriores, parece probable, los abogados de Lula podrán recurrir al Tribunal Superior de Justicia y después al Tribunal Supremo Federal, el máximo órgano judicial del país.
No obstante, la hipótesis de que los jueces consideren que hay riesgo de fuga o de destrucción de pruebas por parte del expresidente no parece estar sobre la mesa según la jurista, que remarca que una cosa es la condena y otra la ejecución de esa sentencia.
La última palabra la tendrá, en cualquier caso, la Justicia Electoral, que en agosto registra las candidaturas que presentan los partidos para las elecciones, que se celebrarán en octubre.
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Para Batini esta opción es arriesgada: "Si es condenado en segunda instancia la elegibilidad de Lula queda totalmente tocada; una insistencia del partido en lanzarlo como candidato puede arrojar al país a un nivel de indefinición muy grave", advirtió.
La jurista remarcó que el partido jugará con el "riesgo" de presentarse a las elecciones sin candidato y dejar huérfanos a millones de electores, puesto que el cambio en la candidatura sólo puede hacerse hasta 20 días antes de las elecciones; si pasado ese plazo la Justicia aparta a Lula, el PT ya no podrá colocar un recambio.
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El expresidente fue condenado por Moro por presuntamente haber recibido de manos de la constructora OAS (una de las implicadas en la trama corrupta de Petrobras) un apartamento de lujo en la costa del estado de São Paulo.
La jurista, no obstante, descarta que Lula esté siendo perseguido judicialmente para evitar que llegue al Gobierno de nuevo, como sostiene el PT, y confía en el trabajo de "enorme responsabilidad" que hicieron los fiscales de la Lava Jato.
"Me parece peligroso intentar jugar con la estabilidad política en este proceso; es importante que el país pase por esto con tranquilidad", resumió, y añadió que los abogados del expresidente tuvieron acceso a todas las oportunidades de defensa posible, lo que traerá "legitimidad" al resultado.
Mientras tanto el PT lanzó hace semanas el manifiesto "Elecciones sin Lula son un fraude", que tiene casi 200.000 adhesiones, y amenazan con movilizaciones por todo el país si el expresidente es condenado.