"Seguimos de cerca el progreso de la creación de los motores de turbina de gas rusos, sobre todo para las fragatas. Se finalizó la labor empezada en 2014: los motores han pasado las pruebas estatales y obtuvieron los certificados", explicó Borísov en una rueda de prensa.
Tras el violento cambio de poder en Kiev y la reintegración de Crimea a Rusia, las relaciones bilaterales cayeron en picada, lo que culminó en el cese casi total de cualquier cooperación industrial-militar, muy importante en los años precedentes.
El rechazo de Kiev a suministrar los motores para las nuevas fragatas rusas de proyecto 11356 causó una importante demora en su construcción y empujó a Rusia a impulsar el proyecto de sustitución. Hoy en día, según el viceministro ruso, esta tarea está cumplida.
"La empresa ODK-Saturn creó los motores y planteó en su diseño un gran potencial de modernización. (…) A mi modo de ver, el tema de las plantas motrices de turbinas de gas para la flota rusa está cerrado definitivamente", apuntó.
A su vez, el director ejecutivo de la compañía, Víktor Poliakov, confirmó a los periodistas que ODK-Saturn lo tiene todo preparado para producir en serie los motores para la Defensa de Rusia. De hecho, "las primeras unidades de la primera serie ya están en producción", y el objetivo principal ahora es "asegurar una cartera de pedidos a largo plazo", agregó.
Lea más sobre un proceso parecido: Los helicópteros rusos siguen rompiendo la 'maldición ucraniana'