Los sistemas bancarios de la zona euro, del Reino Unido o de Suiza no son adecuados para este propósito, ya que están estrechamente vinculados con el sistema de compensación en dólares. De ahí que no puedan poner en tela de juicio su dominio, señala el artículo.
"La época de dominio de una divisa se acaba cuando el país que la emite hace algo estúpido, como por ejemplo realizar una política monetaria mal gestionada o entra en una guerra costosa", opina el economista monetario Steve Hanke, de la Universidad Johns Hopkins.
Desde el punto de vista del especialista, las sanciones podrían encuadrarse en la categoría de 'disparates'.
Ante esta situación, una alternativa fiable sería la divisa china, el yuan, enfatiza el artículo del Financial Times. China es capaz de proteger su soberanía, así como goza de reservas internacionales y potencial tecnológico y económico.
Pekín tiene una meta obvia, que es convertir el yuan en una divisa internacional y, en la misma jugada, expulsar al dólar del mercado asiático, subraya el FT.
Paralelamente, existe una manera de crear las condiciones para que el yuan se convierta en una moneda internacional de manera gradual. Según la información del FT, las autoridades chinas ya negocian con el Reino Unido la posibilidad de comerciar en el sistema euro-yuan.