"Es un paro movilizado y popular", dijo el lunes el secretario ejecutivo del sindicato, Guido Mitma, en conferencia de prensa al anunciar que la COB se pondrá a la cabeza de las protestas contra el Código del Sistema Penal que promulgó el Gobierno el pasado 15 de diciembre.
El paro será "indefinido si el Gobierno no atiende la demanda del pueblo boliviano", advirtió Mitma.
Para la central sindical el Código Penal genera "inseguridad" en los trabajadores.
"No se puede criminalizar la protesta, no se puede criminalizar la libertad de expresión, no se puede perseguir a los dirigentes", continuó el máximo dirigente laboral.
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El nuevo Código del Sistema Penal es rechazado por médicos, transportistas, periodistas, gremialistas, grupos religiosos o la Universidad Mayor de San Andrés de La Paz, entre otros sectores que se sienten amenazados.
A esas observaciones se han sumado otras referidas a la penalización por injurias, calumnias, infamias a través de medios de comunicación (artículos 309, 310 y 311) que, según las organizaciones de prensa, vulneran la Ley de Imprenta que procesa ese tipo de faltas.
Asimismo, los artículos 293,294 y 295 son vistos por los sindicalistas como un atentado al derecho a la protesta porque sancionan con tres y cuatro años de cárcel a quienes generen acciones que promuevan el incumplimiento de las leyes (sedición) o sean parte de algún grupo armado que se atribuyan "los derechos del pueblo".
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En el caso de los gremialistas, estos rechazan la penalidad de cuatro a ocho años de prisión que impone el código cuando una persona no pague impuestos cuyo importe es superior a los 78.000 dólares.
Ante la ola de críticas, la Central Obrera Boliviana exige la abrogación total del Código.
Por su parte, el Gobierno calificó de "injustificadas" las protestas y acusó a sectores de oposición de orquestar una acción conspirativa contra la administración de Morales.
El 8 de enero el transporte pesado llevó a cabo bloqueos esporádicos de carreteras en los departamentos de La Paz, Santa Cruz (este), Cochabamba (centro), Oruro (sudoeste), Potosí (suroeste) y Tarija (sur), reportó el periódico La Razón.