En una entrevista con la agencia Ilna, señaló que "200 personas fueron detenidas el sábado, 150 el domingo [31] y unas 100 el lunes [1]".
De esta manera se elevó a 20 el número de fallecidos en seis días de protestas en Irán.
Desde el 28 de diciembre Irán vive una oleada de protestas callejeras, la más fuerte desde que miles de manifestantes invadieron las calles en 2009 para expresar su repudio a la reelección del presidente Mahmud Ahmadineyad.
Los manifestantes reclaman mejoras económicas y protestan por la subida de los precios.
El presidente de Irán, Hasán Rohaní, afirmó que los ciudadanos tienen el derecho constitucional de manifestarse, sin embargo, enfatizó, las protestas no deben tornarse violentas.
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