Según el medio, Rohaní declaró que "doblará esfuerzos" para resolver los problemas económicos en el país, problemas del desempleo, la contaminación del aire y la inflación.
Desde el 28 de diciembre Irán vive una oleada de protestas callejeras, la más fuerte desde que miles de manifestantes invadieron las calles en 2009 para expresar su repudio a la reelección del presidente Mahmud Ahmadineyad.
Las protestas, que comenzaron en Mashhad y se fueron extendiendo a otras ciudades, entre ellas Teherán, Isfahán y Rasht, se saldaron hasta el momento con decenas de detenidos y entre 4 y 12 víctimas mortales, según diversos medios.
Los manifestantes reclaman mejoras económicas y protestan por la subida de los precios.